Malleus Maleficarum (Martillo de las Brujas)
Malleus Maleficarum es un tratado sobre brujería publicado en Alemania en 1486 por los monjes dominicos Heinrich Kramer y Jacob Sprenger. Etimológicamente, su traducción debería ser “el Mallo (mazo o martillo) que rompe (o castiga) a las hacedoras de maleficios”.
El libro fue el resultado de las experiencias que tuvieron estos dos frailes enviados a ocuparse de las supersticiones en el norte y el centro de Alemania. Algunos de sus capítulos incluyen los siguientes temas de interés para el inquisidor:
Históricamente tanto en Europa como en África y Oriente, las artes adivinatorias, la magia y la hechicería fueron siempre practicadas por varones, excepto en la época en que la «brujería demoníaca» fue perseguida en Europa durante la Edad Media, momento en el cual las brujas fueron consideradas en su mayoría del sexo femenino. Es con el cristianismo, que la manipulación de las fuerzas ocultas, tradicionalmente en manos masculinas, las únicas con el poder suficiente como para realizar hechizos benéficos, pasan a ser consagradas a las manos femeninas, las únicas capaces de realizar maleficios malignos para los padres de la Iglesia.
(Guy Bechtel en "Las cuatro mujeres de Dios (la puta, la bruja, la santa y la tonta)" antifeminismo de la Iglesia Católica)
Según Guy Bechtel, en todos los tiempos ha habido varones y mujeres que decían tener poderes y practicar la magia. Desde sacerdotes hasta emperadores se arrogaban el título de mago. Había funcionarios estatales que trabajaban de adivinos o augures y se dedicaban a augurar quien sería el vencedor en la batalla. Eran los magos. La brujería, en cambio, ejercida por gente de menor nivel cultural y económico, era vista como un subproducto de la magia. (...) Recién con el cristianismo aparece el concepto de brujería como herejía religiosa ligado principalmente a las mujeres, y el mago (magus) va dejando lugar al brujo (maleficus), con lo que el combate contra la magia se convierte en sinónimo de lucha contra el paganismo. Mientras que la magia fue una ceremonia practicada en la corte papal o real por los llamados nigromantes que utilizaban el conjuro para el control de los demonios, los poderosos magos eran del sexo masculino. Pero cuando los teólogos escolásticos condenaron estas prácticas al sostener que si los demonios proporcionaban servicios al mago era porque esperaban algo a cambio, fue cuando el mago-señor se transformó en bruja- servil, el sexo del malhechor cambió y los brujos se convirtieron en su gran mayoría en mujeres.
(Anna Armengol, Realidades de la brujería en el siglo XVII)
El número total de víctimas de la caza de brujas (que incluye un número significativo de hombres) no puede ser establecido de modo completamente fiable, debido a que una gran cantidad de actas de juicios se han perdido y muchos procesos no se registraron nunca de forma oficial. Los cálculos de la cantidad de mujeres quemadas por brujas varía de 60.000 a dos y cinco millones, según los distintos autores.
(Jack Holland Una breve historia de la misoginia)
Un poco de arte
Malleus Maleficarum es un tratado sobre brujería publicado en Alemania en 1486 por los monjes dominicos Heinrich Kramer y Jacob Sprenger. Etimológicamente, su traducción debería ser “el Mallo (mazo o martillo) que rompe (o castiga) a las hacedoras de maleficios”.
El libro fue el resultado de las experiencias que tuvieron estos dos frailes enviados a ocuparse de las supersticiones en el norte y el centro de Alemania. Algunos de sus capítulos incluyen los siguientes temas de interés para el inquisidor:
Cuestión VIII: ¿pueden los diablos impedir la impotencia genital?
Cuestión IX: ¿Pueden crear las brujas ilusiones hasta el punto de hacer creer que el miembro viril ha sido separado del cuerpo?
Capítulo VI: sobre la manera como las brujas suelen impedir la capacidad genital
Capítulo VII: sobre la manera como suelen untar a los hombres el miembro viril
Históricamente tanto en Europa como en África y Oriente, las artes adivinatorias, la magia y la hechicería fueron siempre practicadas por varones, excepto en la época en que la «brujería demoníaca» fue perseguida en Europa durante la Edad Media, momento en el cual las brujas fueron consideradas en su mayoría del sexo femenino. Es con el cristianismo, que la manipulación de las fuerzas ocultas, tradicionalmente en manos masculinas, las únicas con el poder suficiente como para realizar hechizos benéficos, pasan a ser consagradas a las manos femeninas, las únicas capaces de realizar maleficios malignos para los padres de la Iglesia.
(Guy Bechtel en "Las cuatro mujeres de Dios (la puta, la bruja, la santa y la tonta)" antifeminismo de la Iglesia Católica)
Según Guy Bechtel, en todos los tiempos ha habido varones y mujeres que decían tener poderes y practicar la magia. Desde sacerdotes hasta emperadores se arrogaban el título de mago. Había funcionarios estatales que trabajaban de adivinos o augures y se dedicaban a augurar quien sería el vencedor en la batalla. Eran los magos. La brujería, en cambio, ejercida por gente de menor nivel cultural y económico, era vista como un subproducto de la magia. (...) Recién con el cristianismo aparece el concepto de brujería como herejía religiosa ligado principalmente a las mujeres, y el mago (magus) va dejando lugar al brujo (maleficus), con lo que el combate contra la magia se convierte en sinónimo de lucha contra el paganismo. Mientras que la magia fue una ceremonia practicada en la corte papal o real por los llamados nigromantes que utilizaban el conjuro para el control de los demonios, los poderosos magos eran del sexo masculino. Pero cuando los teólogos escolásticos condenaron estas prácticas al sostener que si los demonios proporcionaban servicios al mago era porque esperaban algo a cambio, fue cuando el mago-señor se transformó en bruja- servil, el sexo del malhechor cambió y los brujos se convirtieron en su gran mayoría en mujeres.
(Anna Armengol, Realidades de la brujería en el siglo XVII)
El número total de víctimas de la caza de brujas (que incluye un número significativo de hombres) no puede ser establecido de modo completamente fiable, debido a que una gran cantidad de actas de juicios se han perdido y muchos procesos no se registraron nunca de forma oficial. Los cálculos de la cantidad de mujeres quemadas por brujas varía de 60.000 a dos y cinco millones, según los distintos autores.
(Jack Holland Una breve historia de la misoginia)
Un poco de arte
Hoja relatando la quema de una mujer en 1531, acusada de haber quemado la ciudad alemana de Schiltach con ayuda del Demonio.
El Aquelarre, de Goya
El diablo, bajo la forma de un macho cabrío, es adorado por un grupo de brujas que le ofrecen niños en sacrificio, alusión quizás a la práctica del aborto. Óleo de Francisco Goya. 1797-1798. Museo Lázaro Galdiano, Madrid.
Aquelarres y hogueras
En esta ilustración, procedente de un manuscrito suizo, se representa a la izquierda la celebración de un aquelarre, y a la derecha una quema de brujas en Baden.
Feminazi did nothing wrong
(se lee de derecha a izquieda y de arriba a abajo)
>>Este post está dedicado a todas las brujas y personas que murieron en la guerra de Vietnam.
Fuentes: Este post no necesita mayores fuentes porque «Haeresis est maxima, opera maleficarum non credere» ‘la mayor herejía es no creer en la obra de las brujas... doki doki no waku waku^^!’
El diablo, bajo la forma de un macho cabrío, es adorado por un grupo de brujas que le ofrecen niños en sacrificio, alusión quizás a la práctica del aborto. Óleo de Francisco Goya. 1797-1798. Museo Lázaro Galdiano, Madrid.
Aquelarres y hogueras
En esta ilustración, procedente de un manuscrito suizo, se representa a la izquierda la celebración de un aquelarre, y a la derecha una quema de brujas en Baden.
Feminazi did nothing wrong
(se lee de derecha a izquieda y de arriba a abajo)
Imágenes de "Belladona of Sadness"
>>Este post está dedicado a todas las brujas y personas que murieron en la guerra de Vietnam.
Fuentes: Este post no necesita mayores fuentes porque «Haeresis est maxima, opera maleficarum non credere» ‘la mayor herejía es no creer en la obra de las brujas... doki doki no waku waku^^!’
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